lunes, 17 de mayo de 2021

Biografía Doctor Heriberto Domenech Muñoz

 

 

Biografía

Doctor Heriberto Domenech Muñoz

Hombre ilustre de Isabela

Ejemplo a emular, valores que hay que conservar.

 

Dr. Heriberto Domenech, de Isabela.  Heri, como cariñosamente lo llamaban en su pueblo, nació el 27 de agosto de 1922, en el barrio de Jobos de dicho municipio.  Fue el undécimo hijo de Don Luis Domenech Domenech y Doña Carmen Muñoz Hernández, quienes buscando para los hijos las facilidades de estudio que en el campo no existían, se trasladaron al pueblo cuando Heriberto tenía dos meses de nacido.

Comenzó sus estudios de enseñanza primaria en la escuela Manuel Corchado y Juarbe en 1928, a la edad de seis años. En ese momento jamás imaginó que una escuela superior de su pueblo se llamaría como él, en su honor.   En 1940 se graduó de cuarto año en la Escuela Superior de Isabela.

Heri se impuso en su vida una gran meta: llegar a ser médico.  Esa era su mayor ambición y en ella lograba conjugar el valor del servicio a los demás, como lo demostró durante toda su vida.

Por su talento académico obtuvo una beca para continuar estudios en Saint Norbert College, Wisconsin, donde completó su bachillerato en Ciencias.  Mientras estudiaba, recibió la triste noticia de la muerte de su padre.  A pesar de este peso espiritual, Heri no detuvo su deseo de superación y al finalizar ese año académico le fue otorgada la distinción de ser integrado en el libro de biografías de “Who’s Who” como estudiante sobresaliente de la universidad.

En 1944 comenzó sus estudios de medicina en la Universidad de Loyola, en Chicago, Illinois.  Pero, los limitados recursos de su madre desde la muerte de su padre lo obligaron a regresar a Puerto Rico a su hogar.  Fue entonces cuando trabajó como maestro de escuela superior de Arecibo y luego en la escuela superior de Isabela.

Nunca perdió las esperanzas de continuar sus estudios de medicina y fue por esto que luego de ayudar económicamente a su mamá y a sus hermanos, fue a estudiar Terapia Física a la Universidad de Saint Louis en Missouri.  Al obtener su diploma, regresó a Puerto Rico y trabajó en el Fondo Del Seguro Del Estado en Mayagüez y luego en el Hospital de Distrito de Aguadilla, desempeñándose como fisioterapista en ambos.

No estuvo contento consigo mismo sino hasta el 1960 cuando logró alcanzar su meta más añorada: se graduó de Medicina de la Universidad Central de Madrid.  Contaba su madre Doña Carmen que un día recibió un telegrama que leía así: ‘Viva Mamita, tu hijo es médico.  Manden dinero para partida”.

El 4 de agosto de 1962 contrajo matrimonio con Doña Emma Flores García, natural de Coamo, y de cuya unión nacieron cuatro niñas y un varón: Carmen Gladys, Irma Teresa, Ana Virginia, Emma Ivette y Luis Heriberto.

Su primer trabajo después de haber obtenido su diploma de médico fue en la Unidad de Salud Pública de Aguadilla, donde se desempeñó como Director Médico hasta 1963.  En ese año comenzó a trabajar en el Centro de Salud de Isabela y en 1964 fue nombrado Director Médico de dicha institución.

Fue un hombre trabajador y tenaz.  Diariamente, después de haber cumplido su labor en el hospital, presentaba sus servicios en su consultorio médico privado.  En 1968 pasó a ser Director Médico del Hospital de Distrito de Arecibo.  Sin embargo, no quiso abandonar a sus pacientes isabelinos, a quienes atendía en las tardes, en las noches y los sábados en su consultorio.  En 1971 fue nombrado director médico del Hospital de Distrito de Aguadilla.  Pero, una trombosis lo obligó a renunciar en 1972.

En septiembre de 1975 y por un diagnóstico cardíaco crónico, decidió someterse a una novedosa intervención quirúrgica en Houston, Texas. Fue una decisión difícil pues tendría que estar por casi dos meses fuera de su casa, de su pueblo y de su país.  Había viajado antes, pero nunca había tenido que dejar a sus hijos por tanto tiempo.  Desde Houston les escribía cartas en las que les recordaba la importancia de permanecer juntos, de esforzarse por las metas y las notas, de darse la mano. Valores que marcaron juntos, de esforzarse por las metas y las notas, de darse la mano, valores que marcaron sus vidas y que él necesita que sus hijos aprendieran. Siempre los encomendaba a Dios y la Virgen para que guiaran sus pasos en el camino del bien y del amor. Y se despedía de ellos de la misma manera que lo hacía en su casa: Dios los bendiga, buenas noches, hasta mañana y que descansen.

Pocos meses después de su operación, volvió a tener problemas con su corazón. Fue ingresado en el Hospital Presbiteriano de Santurce, donde estuvo diez. Lo dieron de alta para morir esa noche en su hogar, en Isabela, el 13 de abril de 1976, a los 53 años de edad.

Murió entre los suyos, su esposa, sus hijos, sus hermanas y su mejor amigo. Durante su entierro la gente se lamentaba diciendo: “se nos ha muerto el médico de los pobres”.  Es recordado por la generación de los 40, 50, 60 y 70 por ser un buen médico y ser humano.

Heriberto tenía un carácter jovial, amable, cariñoso.  Fue un gran cristiano y un católico devoto.  Era una persona sencilla, humilde y no diferenciaba entre los ricos y pobres.  Fue un hijo ejemplar, un hermano presente, un esposo abnegado y un padre que aún es ejemplo vivo a toda la familia, toda la comunidad que lo conoció y lea su biografía.

Fue una persona que primero servía al prójimo y el último servido era él.  Su amor a su profesión y a la humanidad era tal que hubo ocasiones que visitaba al paciente lo iba a la farmacia, compraba el medicamento y se lo llevaba al paciente.  No sin antes pasar por la mueblería y encargar un juego de comedor, porque en el hogar visitado no había.

Pocas personas han pasado por la vida de Isabela con el corazón y la generosidad del Dr. Heriberto Domenech. Isabela ha sido un pueblo agradecido y ha procurado mantener siempre viva en la memoria de este hombre.

Por eso la escuela superior del barrio de Mora lleva su nombre y anualmente otorga el premio Dr. Heriberto Domenech a un estudiante que demuestre los valores que Heri vivió.

Su peregrinación por esta vida no fue en vano, Su esfuerzo, sacrificio y dedicación han perdurando en el recuerdo de familiares, amigos y son ejemplo de inspiración para sus conciudadanos.

 

(Quién es quién' en español) es el título común de varias publicaciones de referencia, caracterizadas por contener biografías concisas de un conjunto particular de personas.)







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